sábado, 15 de mayo de 2010

PEREGRINAMOS A FÁTIMA III

Doce menos cuarto de la noche del día 14 de mayo. Hemos terminado de cenar. Los chicos, cada uno a su aire, con ganas de marcha y yo comienzo a teclear sin saber muy bien cómo acabará esto.

La mañana ha sido tranquila. Levantada a las ocho y después los laudes serenos, pausados y con catequesis para los jóvenes en la capilla de la casa del seminario de Oporto.  Paseo de una hora por Oporto : calles de adoquines casas adornadas con azulejos y el Papa presidiendo una Eucaristía en el centro de Oporto. A las doce vuelta al seminario para subir el autobús y partir de nuevo hacia Fátima (reconozco no haberme resistido a tomar un vinito de Oporto de camino hacia el autobús).

En el autobús más catequesis a los jóvenes y rezo del rosario. Para mi sorpresa los chicos han rezado con “unción”, incluso han sido ellos mismos quienes lo han llevado turnándose en cada misterio.

Llegada a las tres a Fátima y nos desplazamos a la explanada para coger sitio. Ya estaba bastante ocupado pero conseguimos situarnos bien para el encuentro vocacional que comenzaba a las cinco.

Durante los dos días anteriores habíamos pedido a los chicos que si alguno quería, escribiese una “petición especial” a la Virgen, sin poner el nombre, y la introdujesen en una bolsa que iba colgada en el autobús. Al llegar a la explanada repartimos las oraciones de forma anónima y los chicos las introdujeron en una ranura que había en el muro de la capilla de la Virgen. Así presentamos nuestras oraciones. Después hicimos unos minutos de oración delante de la Virgen y nos fuimos a comer ( tres y media de la tarde).

A las cinco (hora taurina) comenzó el encuentro.  25000 jóvenes de Europa estábamos presentes.

Al canto de “Apareció una señal en el cielo” comenzó a llover y así estuvo todo el encuentro. No había problema, seguimos escuchando con la lluvia en el rostro mientras la palabra prendía en los corazones de la asamblea. Los chicos, casi todos, escucharon atentos. Cuando pidieron que se levantasen aquellos que el señor llamaba al presbiterado, Vicente, de nuestro grupo, confirmó delante de todos que el señor le llamaba. Fue a donde estaban los Obispos, que le impusieron las manos y realizaron una oración sobre él y los cuatrocientos chicos que se habían levantado. Se levantaron también 350 chicas para monasterios de clausura.

Al terminar hotel y cena. Mañana nos esperan 16 horas de autobús para regresar a Torrente y allí… eso será para mañana.

Una de cal y una de arena:

- La llegada al hotel desastrosa; para entregar las habitaciones no se aclaraba nadie

- A las once y media, para mi sorpresa, tres chicas de Ibiza y dos chicos me piden permiso para irse a la explanada. Llevan el rosario en la mano y nos piden los misterios y las letanías, se ve que quieren aprovechar su estancia con la Virgen, ¡ Bien por ellos! Yo de sorpresa en sorpresa.
P. Cabrera
peregrino y corresponsal






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