jueves, 13 de mayo de 2010

PEREGRINAMOS A FÁTIMA II

¡Uff! … Cuesta trabajo centrarse a estas horas: las 22,30 y por fin ¡Una cama!
Ayer, buena travesía en el barco: Risas, alegría desbordante, juegos de brujas, asesinos, alcaldes y hasta enamorados y algún que otro remojón en la piscina del barco (¡que dura es la vida del peregrino!) mientras otros observábamos sentados a la brisa con un vermut en la mano.

Llegada a Denia algo retrasada y autobús esperando. Camino de Valencia continua la alegría, los gritos, las palmas y los cantos; se entonan Aleluyas pascuales a tres voces mientras se cuela por el medio una tal Marieta -apodada la traidora- y a golpe de balón, Oliver y Benji hacen su aparición. ¡Ah! olvidaba a una tal esponja de nombre Bob.

Es tarde. Tenemos que improvisar y cambiamos el itinerario, nuestro chofer nos deja en una gasolinera en mitad de ningún sitio y esperamos hasta que aparecen los hermanos de Torrent con los que vamos a continuar el resto de la peregrinación.

Dieciséis horas seguidas de autobús, parando de vez en cuando en alguna gasolinera o incluso en mitad de alguna carretera secundaria, porque parece que a nuestro paso todo se va cerrando. Encontramos el primer café abierto ¡a las 4 de la madrugada!. Menos mal que habíamos rezado unas vísperas y todos sabemos que la oración templa los impulsos repentinos.

Nos saluda, a las siete de la mañana, un hermoso día de sol. Entrando en Portugal comenzamos a rezar los laudes, especialmente significativos , con la mente puesta en la Virgen que ya nos espera impaciente y en el Santo Padre, delante de quien estamos deseando sentarnos a escuchar su Palabra.

Por fin avistamos la torre de la Basílica, dejamos el autobús y nos introducimos ( es una forma de decirlo ) en el recinto. Estamos los últimos, es imposible avanzar, no cabe un alfiler en la explanada y nos colocamos como podemos delante de una pantalla desde la que seguimos la celebración de la Eucaristía.

Todo es impresionante. Ciertamente no estamos cómodos; escuchamos las palabras del Papa con atención y recogimiento. Los chicos casi siempre atentos durante la homilía – buscadla en internet- lo que resulta extraño porque es en Portugués ( y todavía hay quien niega el don de Lenguas ). Terminada la celebración, alrededor de la una nos desplazamos para tomar nuestros autobuses y ¡otro inconveniente ¡ la Policía nos dice que no podemos salir de Fátima hasta las seis de la tarde. Cosas del Señor sin duda porque nos obliga a quedarnos y vivimos unos estupendos momentos de oración en la Basílica delante de la Virgen. Esturreados, por libre, cada cual se sienta un rato a orar con la Virgen y contemplo a nuestros chicos recogidos en silencio. Yo personalmente doy gracias a la Virgen; por ellos pido y por nuestro Obispo, como prometí.

A las siete partimos en autobús hacia oporto. Llegamos y cenamos con ganas de pillar una cama. Mañana nos espera un encuentro vocacional con Kiko Arguello, ya veremos lo que nos depara el Señor…

Una de cal y una de arena:

- La organización un desastre, no había voluntarios que te indicara como acceder a la explanada. Solo había policías que se limitaban a impedirte el paso, pero no te decían por dónde podías ir.

- Los chicos estupendos. Ha sido un día dura, sin duda, pero ni una queja, ni un mal comentario, obedientes y aceptando los acontecimientos como llegaban

P.D. Las fotos no las puedo enviar no tengo conexión wifi y he de usar el móvil para enviaros la crónica.
P. Cabrera
 peregrino y corresponsal




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