El pasado viernes 31 celebramos en la parroquia la eucaristía de fin de año, acompañándola con villancicos e instrumentos. Al acabar, algunos fieles cenamos en el salón parroquial. Estábamos unas 30 personas y la cena fue muy agradable y familiar. Además, algunos jóvenes decoraron la sala de la cena, prepararon otra sala para bailar y buscaron la música. A las 24 h comimos todos las uvas (algunos les quitaron los huesos antes) al sonido de las campanadas, que escuchamos por la radio. La noche fue tranquila, divertida y muy cómoda, un rato acogedor, tanto para los mayores como para los jóvenes e incluso para los niños, que también disfrutaron bailando en la sala con los demás.
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