De rigor es contestar, la número 5. Pero a mi me parece mucho más divertido cualquiera de las otras opciones, que a veces son reales. Para mí la parroquia no es algo estático y ya está, para nada. Lo cual no le quita hermosura y dificultades, todo a la vez, somos personas en movimiento siguiendo a Xto. con todo: debilidad, tristeza, gozo, alegria, esperanza ...y Xto. montado en el bórrico. ¿sabeís quién es?
Con cierta melancolía yo diría que ahora se parece a la número cinco.¡Ya parecemos una comunidad adulta!; pero yo recuerdo más intensamente la etapa número dos, ¡que follones! que jaleos, cada cual tirando pa su lado y el parroco...,¿caray, donde andaba el párroco?. Tiempos divertidos, de fallos, multitud de errores, indecisiones, probando y probando, pero ¡cuata vida!. Es como la adolescencia, quién no la recuerda tan intensa, apasionada, sí, tambiem complicada... pero... Se nota que nos hacemos mayores, ¿verdad?.
De rigor es contestar, la número 5. Pero a mi me parece mucho más divertido cualquiera de las otras opciones, que a veces son reales. Para mí la parroquia no es algo estático y ya está, para nada. Lo cual no le quita hermosura y dificultades, todo a la vez, somos personas en movimiento siguiendo a Xto. con todo: debilidad, tristeza, gozo, alegria, esperanza ...y Xto. montado en el bórrico. ¿sabeís quién es?
ResponderEliminarCon cierta melancolía yo diría que ahora se parece a la número cinco.¡Ya parecemos una comunidad adulta!; pero yo recuerdo más intensamente la etapa número dos, ¡que follones! que jaleos, cada cual tirando pa su lado y el parroco...,¿caray, donde andaba el párroco?. Tiempos divertidos, de fallos, multitud de errores, indecisiones, probando y probando, pero ¡cuata vida!. Es como la adolescencia, quién no la recuerda tan intensa, apasionada, sí, tambiem complicada... pero... Se nota que nos hacemos mayores, ¿verdad?.
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