viernes, 6 de mayo de 2011

BEATIFICACIÓN JUAN PABLO II


Algunos jóvenes de nuestra  parroquia de San Pablo, hemos peregrinado con los hermanos de las parroquias de la Sagrada Familia de Torrent (Valencia), Nuestra Señora del Pilar de Catarroja (Valencia), Santos Juanes de Cullera y algunos hermanos de Murcia, a Roma para asistir a la beatificación de Juan Pablo II.


El viernes los tres jóvenes de Ibiza viajamos hasta Valencia para salir a las 20h  en autocar hacia Roma con los hermanos que allí nos esperaban. 24  horas de viaje, haciendo paradas en las áreas de servicio y durmiendo en el bus. Rezamos laudes, rosarios, escuchamos alguna pequeña catequesis sobre Juan Pablo II y la causa de su beatificación y sobre Santa Faustina Kowalska, rezamos la corona de la misericordia, vimos algún documental sobre el Papa, y cantamos. Sobre todo, cantamos. El sábado llegamos sobre las 22h a un convento, Instituto Suore Agostiniane – Casa S. Maria Goretti (Guarcino) a 80 km de Roma (si, nos perdimos para llegar allí). Las hermanas nos prepararon una cena riquísima y algunos pudimos dormir en habitaciones con cama, mientras que otros tuvieron que dormir en el suelo (éramos demasiados, unos 110 chicos).

Después de un buen desayuno, partimos hacia Roma y nos instalamos en la Piazza del Risorgimento, cerca de la Plaza de San Pedro. A las 10:30 comenzó la celebración, que escuchamos mayoritariamente en italiano ya que hasta acabada la homilía  (si quieres leer la homilía entera en español, pincha aquí) no encontramos la emisora que retransmitía la liturgia en español. Destacar que no pudimos ver nada de la celebración, ni en directo ni por pantalla, debido al gran número de personas allí congregadas, hecho que no nos impidió escuchar y rezar con el Santo Padre. Después de comer por allí, fuimos a la iglesia de Santo Spirito in Sassia donde está el Santuario de la Divina Misericordia y donde algunos de nosotros dejamos nuestras intenciones escritas en un papel.

A las 16h comenzamos a hacer cola para poder entrar al Vaticano. Sol, mucha gente, mucho calor, tiempos largos de espera sin moverse un centímetro antes de encontrarnos con el féretro del  Beato Juan Pablo II durante poco más de cinco minutos.  Pero a muchos se nos hizo llevadero: rezamos el rosario – con el que vimos como avanzábamos más rápidamente – oramos, reímos, y nos conocimos mejor entre nosotros. A muchos nos sorprendió el contraste del sencillo féretro del Beato con la majestuosidad y grandeza del Vaticano, hecho que recuerda cómo vivió éste: de manera sencilla y humilde.

A las 20h aproximadamente iniciamos el camino de regreso al autobús que ya nos esperaba para partir hacia Valencia, teniendo que dormir una noche más en él. El lunes durante el camino de vuelta, además de los rezos diarios, hicimos una ronda de “experiencias”, es decir, cada uno decía un poco lo que había significado esta peregrinación y/o Juan Pablo II de manera más o menos breve y después el sacerdote nos leía unos versículos del evangelio al azar que se nos invitaba a escrutar una vez llegásemos a nuestra casa. Esta ronda fue muy enriquecedora para todos y en la que no faltaron las lágrimas y algunas risas.  A las 23:30 llegamos a Valencia donde pasamos una noche y al día siguiente cogimos el barco de vuelta a Ibiza.

Para muchos de nosotros, esta peregrinación ha sido un momento de paz, de oración y de encuentro con Dios. Algunos no conocíamos directamente al Papa Juan Pablo II pero lo hemos hecho “nuestro” gracias al testimonio que recibimos de nuestros padres, hermanos y demás familiares y amigos, que sí  han tenido la gracia de conocerle en algún encuentro con él y que nos han transmitido su cariño hacia él.


En esta peregrinación también hemos disfrutado mucho mostrando nuestra alegría y la fuerza con la que vivimos los jóvenes, cantando siempre la victoria del Señor por las calles de Roma y del Vaticano con las guitarras, panderetas  y acompañando con las palmas, incluso en el metro.



Marta Cabrera.

Aquí os dejamos un enlace con un pequeño comentario de los hermanos de Valencia y fotos de la peregrinación.

1 comentario:

  1. El Papa nos convocó siempre y en esta ocasión no podía ser menos, cómo tú dices no lo has conocido, eres jovencita, pero el amor que hemos sentido nosotros "jovenes" por él lo habeís mamado. Enhorabuena, me has hecho sentirme allí.

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