miércoles, 16 de octubre de 2013

San Francisco y Santa Clara: un único carisma, dos vocaciones

Querido amigo/a, PAZ Y BIEN:
He caído en la cuenta de que… Tanto hablar de mí, tanto hablar… ¡y no te he explicado quienes son nuestros padres espirituales! Me lo podrías haber dicho antes.

No será cosa fácil, porque San Francisco (1182-1226) y Santa Clara (1193-1253) no se pueden describir de un tirón, sino que se tienen que ir descubriendo poco a poco; aún así, haré lo que pueda. Allá voy:

No se puede entender a uno sin el otro, porque son un único carisma, en dos vocaciones: San Francisco en la vida apostólica y Santa Clara en la contemplativa.

La vocación de Clara, a pesar de que la llevaba desde el vientre materno, se clarifica y reaviva después de escuchar al "loquillo de Asís", como lo llamaban algunos. San Francisco era el loco, el que había dejado todo por "su Dios". Pero era mucho más, lo había dejado todo por su amado Jesucristo. Quería ser otro Cristo, viviendo pobre, sin nada propio. Pero todo ello fue un proceso muy largo en el cual pasó de querer tenerlo todo, de derrochar el dinero, de querer tener "poder", a darse cuenta de que la vida que seguía era un sin sentido y que uno solo se hace "Grande", cuando más humilde y pobre es.  Y quiso seguirlo evangelizando, prefijando el amor de "aquel que no es amado".

Cuando Clara fue testigo, asombrada, de la radical conversión a la Pobreza de Jesucristo del rico y todo mundano, atraída por su ejemplo y sus palabras, abandonó todo lo que poseía para vivir según el Santo Evangelio. Añadir que ya desde su niñez, amó la pobreza y poseía un corazón tan puro que jamás se sintió atraída por los deseos del mundo (riqueza, poder…).

Clara se enamoró del Cristo Pobre, que se hizo pobre por ella. Pobreza que no es otra cosa que la expresión de un amor apasionado por Cristo Jesús. Se abandona a ÉL, lo abandona todo para poseerlo SOLO A ÉL. Lo amó castamente, se consagró a ÉL con todo su ser, le fue fiel absoluta, lo acogió en su ser… Fue, es y será el EVANGELIO HECHO VIDA.

Y nosotras, las Hijas Pobres de Santa Clara, seguimos a nuestro amado Jesucristo, a través de la forma de vida que vivió nuestra madre, y esta se resume así:
  • Según la perfección del santo Evangelio: haciendo del Evangelio nuestra regla, nuestra vida, reconociendo que lo primero es Dios y que su palabra nos habla cada día, indicando y guiando nuestra vida.
  • Sin nada propio (pobreza): es una opción por amor. Con la pobreza, reconocemos un vacío que solo Dios puede llenar. Además, evita los apegos innecesarios, que nos pueden aparatar del AMADO.
  • En Clausura: es un modo particular de estar con ÉL, de entregarnos únicamente a ÉL, que es lo único necesario. También es parte determinante de la opción que elegimos al seguir la pobreza y la humildad de Cristo.
  • En santa unidad (fraternidad): uno de los ejes centrales donde gira toda la forma de nuestra vida. El tener hermanas, es un regalo, e implica simplicidad, humildad, obras de caridad… que expresa externamente el amor que una lleva dentro. Y SOLO, viviendo en fraternidad, se puede saber lo que es vivir con "un solo corazón en la caridad y convivencia fraterna".


Espero que me haya explicado bien, y que hayas entendido quienes son nuestros Padres, San Francisco y Santa Clara.  Si tienes alguna duda, no pasa nada, se pueden resolver. Puedes contactar con nosotras, a través del correo electrónico: clarisaspalmademallorca@yahoo.es

Un abrazo.
Hermana Alba 

1 comentario:

  1. Querida Alba, tu testimonio me ha hecho revivir grandes momentos desde tu niñez hasta el dia de hoy. Toni y yo tuvimos el privilegio de poder estar contigo el día de tu entrada al convento. Verdaderamente fue un gran dia de entrega, acogida, y amor fraterno. Ahí donde estamos te recordamos y seguiremos haciendo oración por ti y tus hermanas clarisas. Un abrazo y la paz contigo. Que Dios te siga colmando de bendiciones. Con mucho cariño Toni y Pilar de Ibiza.

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