Anthea Gurkan, una mujer que vive en el interior de Turquía, a trescientos kilómetros de la iglesia más cercana, va a ser la primera persona que se convierte al catolicismo después de recibir toda su formación catequética por e-mail. Nacida en Inglaterra, trabaja como guía turística y está casada con un turco musulmán (que, según parece, respeta su decisión de convertirse).
El año pasado conectó con la Oficina de Información Católica en Londres y pidió conocer el catolicismo. Después de insistir mucho, el sacerdote Keigh Baltrop, director de la Oficina de Información, accedió a formar a Gurkan por internet, con la aquiescencia del obispo auxiliar de Westminster, Mons. John Arnold. Además del aislamiento, Gurkan tendrá que hacer frente a la fuerte presión de una sociedad turca, mayoritariamente islámica (32.000 católicos para 72 millones de musulmanes), en la cual no es infrecuente que se registren agresiones anticristianas.
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