La noche de Pascua y el Tiempo Pascual son los momentos en que más expresividad simbólica puede tener el Bautismo, el sacramento en el que nos incorporamos a Cristo en su paso de la muerte a la vida, de la oscuridad a la luz. El bautismo expresa sacramentalmente la Pascua de Cristo, su muerte y su resurrección, por medio del gesto simbólico de la inmersión en el agua.
En nuestra parroquia cada vez más padres eligen para sus hijos el Bautismo por inmersión, pues refleja más claramente la realidad del bautismo, a través de él también nosotros pasamos de la muerte a la vida a través del agua y del Espíritu.
¡Bienvenido a la vida! esta expresión nace de lo más profundo del corazón, sobretodo en los momentos de un parto difícil... y que gozo saber que a traves del bautimo pasamos a ser hijos de Dios, no por casualidad digo esto pues una servidora si no recuerdo mal, estoy bautizada dos veces ¿como? sí, no hace muchos años ante un nacimiento difícil el propio médico tenía la atención y delicadeza de bautizar a aquellas criaturas a los que por su frágil vida corríamos el riesgo de morir enseguida despues de nacer. Mi agradecimiento al médico que me ayudó a nacer. Con las palmadas en las nalgas diciendo ¡ya la tenemos aquí! Y él cogiendo agua me hizo la señal de la cruz. Agradecimiento a mis padres por que días despues me presentaron a la iglesia y recibí el 1er sacramento del bautismo. Doy gracias a Dios por todas las personas que ha puesto en mi camino hasta el dia de hoy. Felicidades a los hermanos cristianos y animar a aquellos que duden de transmitir este sacramento a sus hijos pues es una gran bendición.
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