Por
Salvador
de Souza
Después de la Misa de las ocho en San Pablo, fueron llegando los participantes y colaboradores con la causa de la parroquia, y sentándose en las sillas que previamente se habían colocado en las mesas, distribuidas de forma que todos los comensales pudieran participar de igual forma en la celebración del evento de la inauguración del mural pintado en el patio ibicenco de la parroquia y donado por un colaborador anónimo y su equipo, el cual salió del anonimato cuando el "padre Juan", los presentó a la comunidad.
La cena resultó un gran éxito, siendo amenizada por el grupo rociero, que le dio ese toque andaluz sano y cargado de alegría, mientras el cocinero se afanaba en el menú, dando ese toque de aroma y color que se desprendía de la paellera donde se guisaba un suculento almuerzo.
Al termino de la cena se sorteó un hermoso jamón "pata negra", que como Michel Yakson tenía la piel blanca, cosas de la ciencia.
Como remate un cantante fortuito saltó al escenario para cantar una canción gallega en homenaje a la Torre de Hércules de La Coruña como patrimonio de la humanidad y que resultó ser el padre del padre Juan, ¡UF!
Animo, seguid así. Todo queda en casa.
ResponderEliminar